Las nuevas tecnologías revelan un retrato del pintor que había estado oculto detrás de otra pintura durante más de un siglo
Un equipo de restauradores de las Galerías Nacionales de Escocia ha encontrado un autorretrato de Vincent Van Gogh (1853-1890) que había estado escondido más de un siglo en el reverso de otra pintura del artista holandés: Retrato de una campesina con cofia blanca, pintado en 1885.
Los expertos en arte estaban analizando el cuadro con rayos X para una exposición sobre el movimiento impresionista que tendrá lugar del 30 de julio al 13 de noviembre en la Galería Nacional de Edimburgo, la capital escocesa.
El uso de estas nuevas tecnologías permite ver por debajo de las capas de pintura más superficiales y descubrir detalles escondidos. En este caso, en la parte posterior del cuadro se encuentra un rostro de Van Gogh hecho con pintura al óleo y que estaba cubierto con capas de pegamento y cartón.
Se sabe que Van Gogh sufrió graves dificultades económicas a lo largo de su vida y no siempre podía comprar materiales para pintar, por eso solía reutilizar los lienzos: pintaba por un lado y, al terminar, les daba la vuelta y utilizaba el otro lado de la tela.
A principios del siglo XX, cuando Van Gogh ya había muerto, el cuadro formó parte de una exposición en el Museo Stedelijk en Ámsterdam. Fue entonces cuando el retrato del pintor se cubrió con papel y cartulina para esconderlo: al parecer, los organizadores creyeron que el retrato de la campesina era mejor y estaba más acabado que el otro dibujo y por eso lo taparon.
Retrato de una campesina con cofia blanca forma parte de la colección permanente de la Galería Nacional de Edimburgo, que recibió el cuadro en 1960 como una donación de un rico abogado escocés. Ahora, los restauradores encaran un largo trabajo de restauración para recuperar el autorretrato de Van Gogh.
El universo de colores de Van Gogh
Van Gogh pasó por varios estilos pictóricos, desde el realismo más oscuro de sus inicios hasta el impresionismo y el postimpresionismo, dos movimientos que se desarrollaron en Europa durante la segunda mitad del siglo XX y que suponían una revolución en la pintura tradicional.
Los pintores postimpresionistas realizaban pinceladas muy irregulares y muy marcadas y utilizaban colores muy vivos para crear contraste y sorpresa en los espectadores. Sus cuadros querían captar la luz del momento y retratar escenas cotidianas.
Hoy en día, las pinturas de Van Gogh son muy valoradas. En noviembre de 2021 se vendió un cuadro suyo por más de 71 millones de dólares en una subasta: Cabañas de madera entre olivos y cipreses, pintado un año antes de morir.
Sin embargo, Van Gogh nunca disfrutó de este éxito en vida. Fue un pintor muy prolífico que pintó cerca de 900 cuadros e hizo más de mil dibujos, pero nunca triunfó como artista: solo consiguió vender un cuadro a lo largo de su vida.
Además, tuvo una vida difícil a causa de los problemas psicológicos. El diagnóstico de trastornos mentales no estaba muy avanzado en aquella época, pero de acuerdo con los síntomas que él mismo describía en sus cartas, se cree que padecía algún tipo de trastorno bipolar.
Fue un artista autodidacta que aprendió de los estilos que triunfaban en su época. Sus obras más importantes las pintó durante los últimos años de su vida: El dormitorio de Van Gogh en Arles (1888), Los girasoles (1889), La noche estrellada (1889) o Almendro en flor (1890).
En diciembre de 1888, durante un episodio nervioso, Van Gogh se cortó la oreja izquierda, uno de los capítulo más famosos del arte contemporáneo. Un año y medio después, sucumbió a la depresión que sufría y se disparó con un revólver. Murió el 29 de julio de 1890, cuando solo tenía 37 años.
Rayos X para revelar los secretos del arte
El invento de los rayos X ha supuesto un gran avance para el estudio del arte, ya que esta técnica permite ver más allá de la imagen exterior de un cuadro y proporciona datos sobre las técnicas utilizadas, los borradores que hicieron los artistas o la fecha en que fueron pintados.
En septiembre de 2021, el Museo del Prado inauguró una exposición sobre la llamada Gioconda del Prado, una copia de la Mona Lisa que fue pintada en el siglo XVI en el taller de Leonardo Da Vinci por uno de sus aprendices.
El estudio muestra que el autor de La Gioconda del Prado estaba observando a Leonardo mientras hacía el original y repetía sus mismos pasos, tanto a la hora de dibujar las formas con el carboncillo y como al pintar con la pintura al óleo.
En el caso de Van Gogh, muchos de sus cuadros ocultan otros dibujos porque el pintor no tenía muchos recursos para pintar y eso le obligaba a reutilizar sus lienzos. Así, la Naturaleza muerta floral con amapolas (1886) esconde debajo otra pintura de dos hombres peleando.
También Picasso, considerado un genio del arte, utilizó esta técnica para añadir significados ocultos a su obra. En el cuadro La vie (1903), del período azul, retrata a un amigo de juventud que se suicidó por un desengaño amoroso. Los rayos X revelan que debajo de la pintura hay dibujados unos pájaros y una esfera a los pies del protagonista.