Francisco de Goya dominó diferentes técnicas y estuvo muy influenciado por la realidad social de su época
Este año se cumple el 275 aniversario del nacimiento de Francisco de Goya (1746-1828), uno de los grandes nombres de la pintura española. Desde el Museo del Prado en Madrid hasta la National Gallery de Londres o el Metropolitan Museum de Nueva York, las obras de Goya están presentes en museos y galerías de todo el mundo.
La obra de Goya es difícil de clasificar en un solo movimiento artístico: fue un artista innovador que avanzó los grandes movimientos pictóricos que llegarían siglos después. Por esta razón, muchos críticos de arte e historiadores le consideran el padre del arte contemporáneo.
Goya nació el 30 de marzo de 1746 en el municipio aragonés de Fuendetodos, donde sus padres, de origen vasco y afincados en Zaragoza, estaban de paso. De joven se formó con el maestro de dibujo y pintura José Luzán Martínez, así como en la Academia de Dibujo que se fundó en Zaragoza en 1754.
Tras recibir el título de Maestro de Pintura, entre 1770 y 1771 viajó a Roma para descubrir la obra de los grandes pintores italianos. De vuelta a España pasó unos años en Zaragoza, donde se hizo muy popular por sus pinturas religiosas.
Su fama llegó hasta Madrid, donde consiguió trabajo dibujando cartones que servían de modelo para bordar tapices. Poco a poco y gracias a su talento, ascendió hasta trabajar en la corte real de Carlos III. En el palacio tenía acceso a las colecciones de pintura de los reyes, sobre todo a Velázquez y los grandes pintores del Renacimiento y Barroco, que influyeron en sus pinturas.
Goya estuvo muy concienciado con la realidad política y social de su época, y lo plasmó en su obra con un especial sentido de la ironía y la crítica social. A través de sus cuadros podemos conocer las costumbres del pueblo español y la vida de la corte a finales del siglo XVIII y principios del XIX.
#Efeméride Tal día como hoy fallece Francisco de Goya en el año 1836, destacado pintor e ilustrador español-francés. Fue el pintor del famoso cuadro de la familia de Carlos IV. pic.twitter.com/VjQkdRDfU6
— Asoc. Cultural Cerbero (@culturacerbero) April 16, 2018
En ellos reflejó la influencia de la Ilustración del reinado de Carlos III, los conflictos dinásticos entre Carlos IV y su hijo, Fernando VII, las consecuencias de la Guerra de la Independencia o el Absolutismo de Fernando VII y el exilio en Francia.
Una de las características de Goya es la gran variedad de temas y técnicas que utilizó y la gran evolución artística que experimentó a lo largo de su trayectoria. En su obra encontramos desde pinturas religiosas, a escenas costumbristas, retratos, temas históricos, bodegones, tauromaquia o mitología. Y dominó técnicas como los frescos al óleo sobre lienzo, cartones para tapices, grabados y litografías.
Su trabajo destaca por el dominio de la luz, las texturas y el uso del color. Pero más allá de la técnica, la obra de Goya destaca también por su capacidad de observación, su realismo y su habilidad para plasmar la psicología de los personajes.
Las grandes obras de Goya
La trayectoria artística de Goya está marcada por tres grandes etapas. La primera coincide con su viaje a Italia y, a su llegada a Madrid, el trabajo pintando cartones en la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara, donde plasma actividades cotidianas de la gente de la época.
Su trabajo le abriría las puertas a la corte de Carlos III, para quien pintaría obras tan destacadas como El Quitasol (1777), que forma parte de la decoración del comedor del infante Carlos.
En 1789 fue nombrado pintor de cámara de Carlos IV (el pintor que habitualmente realizaba los encargos del rey). El año siguiente realizará uno de sus grandes proyectos: el retrato de La Familia De Carlos IV (1800), que sería el primer cuadro de Goya en entrar al Museo del Prado.
#MuseodelPrado
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Francisco de Goya - La familia de Carlos IV ( 1800 ).#Spanish painter pic.twitter.com/lAS2sx2D2q
En 1792, una enfermedad le dejará sordo, lo que afectará a su carácter y su forma de ver el mundo. Poco después conocerá a la Duquesa de Alba, a quien retratará en dos de sus obras más conocidas: La Maja Vestida y La Maja Desnuda. Se trata de dos versiones del mismo retrato de la Duquesa de Alba y destaca por su composición, la luz, el color y su atrevimiento.
El estallido de la Guerra de la Independencia Española (1808-1814) sumirán a Goya en una profunda depresión, agravada por su sordera, y que plasmará en su obra retratando un mundo de temores y pesadillas. De esta etapa destaca la obra Los Fusilamientos del 3 de Mayo, donde plasma con dramatismo el horror de la guerra.
“Los fusilamientos del 3 de Mayo de 1808”
— Prometeo (@AntonioM646) March 28, 2021
Francisco de Goya español, Siglo XIX
Simbolismos:
Tropas francesas: Fuerza, Orden y Justicia
Lámpara en el suelo: la luz de la Ciencia
Fusilado: Jesús crucificado
Cura hincado: decadencia de las fantasías mágico-religiosas
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De esta época son también los famosos grabados “Los desastres de la guerra” que detallan las crueldades cometidas en el conflicto.
La influencia de Goya en el arte
En la obra de Goya se fusionan los diferentes movimientos artísticos de la época, desde el neoclacisismo al rococó. Sin embargo, su figura ha pasado a la historia del arte como un pintor que se adelantó a su tiempo, convirtiéndose en un precursor de los grandes movimientos pictóricos que aparecerían en Europa durante el siglo XIX y principios del XX.
Goya está considerado un precursor del romanticismo, un movimiento que surge a partir de 1820 en Europa y que destaca por la sensibilidad y subjetividad. Goya aportó una nueva forma de expresar los sentimientos introduciendo el análisis psicológico en obras como el retrato de ‘La familia de Carlos IV’ o ‘Los fusilamientos del 3 de mayo’.
También se puede ver la influencia de Goya en los pintores impresionistas, que a finales del siglo XIX tratan de plasmar en sus obras la impresión de la luz en los objetos y paisajes. En concreto, la forma de pintar con pincelada suelta o en la forma de reflejar la luz en sus obras, como hizo en los retratos de la Duquesa de Alba.
Goya también anuncia el expresionismo que surgirá en Alemania a principios del siglo XX con sus obras más oscuras, las llamadas “pinturas negras”, como por ejemplo Saturno Devorando a un Hijo. En ellas innovó en la composición y el dibujo al renunciar al detalle y priorizar los rasgos más expresivos.
Por último, el universo onírico y subconsciente que podemos encontrar en obras como “El aquelarre” fue una clara influencia para el movimiento surrealista que nació en la década de 1920 y que se basa en el subconsciente para crear sus obras.
