La actriz malaya Michelle Yeoh se lleva el premio a Mejor Actriz, convirtiéndose en la primera mujer asiática en recibir este galardón
La película Todo a la vez en todas partes se ha convertido en la gran ganadora de la 95 edición de los Premios Oscar otorgados por la Academia de Ciencia y Artes Cinematográficas de Estados Unidos. La cinta consiguió siete estatuillas de las once a las que aspiraba, entre ellas la de Mejor Película y Mejor Dirección.
La película cuenta la historia de Evelyn, una inmigrante china que vive en Estados Unidos y que se ve envuelta en una aventura que la obligará a viajar entre la infinidad de mundos paralelos. Evelyn se convierte en una heroína inesperada que debe canalizar sus nuevos poderes para luchar contra los peligros del multiverso y salvar el mundo.
Durante la ceremonia, los directores de la película, Daniel Kwan y Daniel Scheinert, se llevaron el premio a Mejor Dirección y Guion Original. El filme también ha conseguido el triplete en los premios de interpretación: los dos de reparto, para Ke Huy Quan y Jamie Lee Curtis, y Mejor Actriz protagonista para Michelle Yeoh.
Nacida en Malasia, Yeoh ha hecho historia tras proclamarse como la primera mujer asiática en recibir este galardón. Junto a la victoria de Quan, nacido en Vietnam, se consiguió otro hito en términos de diversidad: es la primera vez que dos intérpretes asiáticos ganan en el mismo año.
Los Oscar han premiado también otras películas con un mensaje de sensibilización social. El actor estadounidense Brendan Fraser ganó el premio a Mejor Actor protagonista por su interpretación en The Whale, la historia de superación de un hombre con obesidad mórbida. El Mejor Guion Adaptado fue para Ellas Hablan, de la directora Sarah Polley, la historia de las mujeres de una comunidad religiosa que descubren que han sido drogadas y violadas sin saberlo durante años.
Por otro lado, la diseñadora Ruth Carter se llevó la estatuilla por el vestuario de Black Panther. Wakanda forever y se ha convertido en la primera mujer negra con dos premios Oscar.
#OscarsSoWhite y el reclamo de igualdad
Durante años, la diversidad racial en los premios Oscar ha sido mínima. Desde 1929 a 2022, solo el 6% de los 13.252 nominados pertenecía a grupos raciales o étnicos infrarrepresentados, según un estudio de la Universidad de South California. La cifra es todavía menor cuando se trata de mujeres de color: representan menos de un 2% de los nominados.
El activismo contra el racismo en Hollywood comenzó a ganar presencia en las redes sociales en 2015, cuando surgió el hashtag #OscarsSoWhite. La activista afroamericana April Reign, que fue quien inventó esta etiqueta, pretendía denunciar a la Academia por su falta de paridad, diversidad e inclusión en las nominaciones.
El movimiento en redes sociales consiguió presionar a la Academia, que en 2020 anunció que modificarían su reglamento para exigir que las cintas candidatas a Mejor Película cumplan con unos requisitos mínimos de inclusión y de diversidad racial. Por ejemplo, que al menos uno de los protagonistas represente a minorías étnicas o que lo haga el 30 % del reparto secundario.
La lucha por la diversidad racial en el cine ha ido dando sus frutos. En 2020, la película surcoreana Parásitos se llevó el Oscar a Mejor Película y en 2022, la japonesa Drive My Car consiguió el premio a Mejor Película Internacional. Además, este año ha sido la primera vez que cuatro actores y actrices asiáticos han estado nominados a la vez.
Desde que empezaron a celebrarse en 1929, los Oscar solo han entregado 20 estatuillas a actores y actrices negros. Y, antes de esta edición, solo un actor de origen asiático había ganado el premio a Mejor Actor: Ben Kingsley por la película Gandhi (1983).
En la 95ª edición de los Oscar, no había ninguna persona negra en la lista de nominados a Mejor Dirección. Tampoco ninguna mujer directora. Y entre las nominaciones a Mejor Actor o Mejor Actriz principal tampoco había actores ni actrices de color. Definitivamente, todavía queda mucho por hacer para conseguir la igualdad.
Representación asiática en Hollywood
Históricamente, la comunidad asiática ha tenido una representación prácticamente invisible en las películas de los Oscar. Una investigación del New York Times revela que de los 1.808 actores nominados en la historia de los Oscar, solo 23 eran de origen asiático. Y, de estos, únicamente 6 han ganado un galardón.
A esta discriminación se suman los estereotipos ofensivos o anticuados que rodean a los personajes asiáticos. Durante años, las películas con actores asiáticos tenían como eje central las artes marciales: es el caso de películas como la saga Karate Kid (1984, 1986 y 1989) o de las protagonizadas por Bruce Lee o Jackie Chan. En el caso de las actrices de origen asiático, a menudo han sido representadas como mujeres exóticas, sumisas y deseosas de complacer a los hombres.
Estas representaciones son poco realistas e invisibilizan otros aspectos de la comunidad asiática que, como cualquier otra, es diversa y presenta una gran riqueza cultural. Por ese motivo, desde hace algunos años los directores y actores asiáticos reivindican su propio espacio en Hollywood.
En 2021, el actor de origen pakistaní Riz Ahmed fue nominado por su papel en Sound of Metal, donde interpreta a un joven batería que pierde la audición. El mismo año, la actriz surcoreana Youn Yuh-Jung ganó el premio a Mejor Actriz de reparto por su papel en Minari. Dos historias lejos de estereotipos donde el lugar de procedencia no marca el argumento de la historia.