Conocer cómo funciona el sistema financiero nos ayudará a tomar decisiones conscientes y a controlar mejor nuestro dinero
¿Te has preguntado alguna vez dónde va el dinero que ingresas en el banco? ¿Sabes cuál es la diferencia entre un banco y una caja de ahorro? ¿Sabrías decir lo que es la banca ética o las finanzas éticas? Hoy en día, las finanzas son uno de los grandes motores de la economía. Sin embargo, muchas personas siguen teniendo dudas sobre el tema.
Las finanzas corresponden a un área de la economía que estudia la obtención y administración del dinero. Se relaciona con conceptos como el de ingresos, gastos, ahorro o inversión.
En el sistema financiero existen diferentes agentes con diferentes objetivos. Por ejemplo, hay personas que buscan un lugar donde depositar sus ahorros, mientras que otras necesitan financiación para conseguir dinero. Los encargados de poner en contacto a estos agentes son los intermediarios financieros o entidades financieras.
Saber cómo funcionan las finanzas nos puede ayudar a administrar mejor nuestros recursos económicos. Por eso es importante conocer las definiciones de ciertos conceptos clave que se asocian al mundo financiero, como el de banco, caja de ahorro o finanzas éticas.
Bancos convencionales
Existen diferentes tipos de entidades financieras. Una de las más conocidas es la banca para particulares, que aglutina a todos los bancos convencionales. Estos se dedican a captar dinero y prestar ese dinero a otras personas o entidades, cobrando por ello un tipo de interés.
De esta manera, cuando ingresas dinero en el banco, este no se queda ahí. La entidad financiera lo invierte en otras empresas o personas que lo necesitan cobrándoles un interés, lo que les permite ser rentables económicamente y obtener beneficios.
Pero, ¿de dónde sacan el dinero los bancos para ofrecer estos préstamos? Principalmente, del dinero que depositan los ahorradores. Pero también del capital aportado por los accionistas y de los préstamos interbancarios (dinero que se prestan entre entidades bancarias).
Cajas de ahorro
Igual que los bancos, el objetivo de las cajas de ahorro es captar fondos y conceder préstamos. Sin embargo, estas entidades tienen una importante diferencia respecto a los bancos: no tienen ánimo de lucro y no buscan enriquecerse con su actividad. Por ello, las cajas de ahorro tienen la obligación de destinar una parte de sus beneficios a obras sociales.
Tras la crisis económica y financiera de 2008, la mayoría de cajas de ahorro que existían en España fueron vendidas a otras entidades financieras o fueron obligadas a transformarse en bancos.
Cooperativas de crédito
Una cooperativa de crédito es una entidad financiera cuyo objetivo es cubrir las necesidades financieras de sus socios. En este caso, los préstamos se destinan mayoritariamente a las actividades o negocios que desarrollan sus propios cooperativistas.
Estas entidades suelen surgir a partir de una asociación o cooperativa de origen industrial o sectorial. Un ejemplo muy habitual son las cooperativas de crédito agrícola, que financian empresas cooperativas del medio rural dedicadas a sectores como la agricultura o la ganadería.
En algunos casos, hay cooperativas de crédito que han ido creciendo y ofreciendo cada vez más servicios financieros a sus socios, de tal forma que han pasado a operar de un modo muy similar a otros bancos, trabajando bajo las mismas normativas y regulación que ellos.
Banca ética
Dentro de lo conocemos como Finanzas Éticas encontramos muchos tipos distintos de entidades financieras, algunas de ellas también consideradas bancos. A priori, las entidades de banca ética son muy parecidas a los bancos convencionales: se dedican a captar el dinero de personas u organizaciones para, con ese dinero, conceder préstamos a otras entidades o proyectos que necesitan financiación cobrando un interés.
La principal diferencia con los bancos convencionales es que la banca ética no concede estos préstamos a cualquier entidad o empresa. Esta decisión se toma teniendo en cuenta una serie de criterios éticos y sociales, invirtiendo dinero en organizaciones o proyectos que tengan un alto impacto social, ambiental y cultural positivo.
Además, las finanzas éticas se caracterizan por su transparencia. Las entidades de banca ética publican regularmente informes con información detallada sobre dónde destinan sus inversiones. De esta manera, los ahorradores que depositan dinero en estas entidades conocen qué se está haciendo con él.
