El conflicto en Ucrania sigue latente

Rusia anuncia la retirada de tropas en la frontera con Ucrania, pero Estados Unidos asegura que todavía es posible un ataque

El conflicto en el este de Ucrania sigue ocupando titulares. Rusia ha anunciado que retirará sus tropas de la frontera en Ucrania, lo que debería rebajar la tensión en el conflicto. Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos desconfía de este gesto y cree que un ataque ruso todavía es posible.

Hace semanas que el mundo está pendiente del enfrentamiento entre Rusia y Estados Unidos, con el temor de que pueda acabar en una guerra. Las dos potencias luchan por aumentar su influencia global y el terreno de batalla está ahora en Ucrania, un país del este de Europa que antiguamente estaba bajo el dominio de Rusia pero que en los últimos años ha iniciado un acercamiento a la Unión Europea (UE) y otros países occidentales. 

Rusia está en contra de este giro político porque Ucrania está muy cerca de sus fronteras. El gobierno ruso, liderado por el presidente Vladímir Putin, teme que el gobierno ucraniano se alíe con otros países occidentales y que eso le haga perder autoridad. Como consecuencia, en los últimos años Putin ha llevado a cabo varias ofensivas en territorio ucraniano que han sido denunciadas por la comunidad internacional.

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Varios líderes políticos europeos han intentado mediar en el conflicto. El presidente francés, Emmanuel Macron, se reunió primero con Vladímir Putin y después con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, para acercar posiciones y encontrar una solución pacífica al conflicto. También Olaf Scholz, el nuevo canciller de Alemania, se ha reunido con ambos líderes políticos para impulsar las negociaciones.

Francia y Alemania son dos de los países más ricos e influyentes de la Unión Europea, por eso actúan en representación de todos los países miembro. Aunque Ucrania no forma parte de la UE, los países europeos ven con preocupación una posible ocupación rusa porque algunos territorios de la UE también están en la frontera con Rusia.

Por otro lado, Alemania tiene un conflicto de intereses en esta disputa: la puesta en marcha del gasoducto Nord Stream 2, que lleva el gas directamente de Rusia hasta Alemania, podría resolver la crisis del gas que afecta a toda Europa. Pero eso supondría colaborar con Rusia, cuando Estados Unidos reclama que se le impongan sanciones.

A pesar de la retirada de las tropas rusas, en los últimos días ha habido varios ataques informáticos contra páginas web oficiales, como la del Ministerio de Defensa de Ucrania, que el gobierno ucraniano atribuye a piratas informáticos rusos. 

La expansión de la OTAN

Una de las principales reivindicaciones de Rusia es que Ucrania no ingrese en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), una alianza política y militar que actualmente tiene 30 países miembros en América del Norte y Europa. En caso de conflicto, los países de la OTAN ponen sus ejércitos y armamento a disposición de esta alianza. 

La OTAN fue creada en 1949, después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), para defender a los países del bloque occidental, que estaban liderados por los Estados Unidos. En aquella época, rusos y estadounidenses luchaban por imponer su influencia ante el mundo en un enfrentamiento conocido como la Guerra Fría. 

Con el tiempo, esta organización fue sumando nuevos aliados. La expansión de la OTAN en Europa, hacia la frontera con Rusia, es la clave del conflicto: para Rusia supone una amenaza a su seguridad, mientras que para la OTAN es una forma de proteger a sus países miembro de posibles ataques.

Putin ha exigido en varias ocasiones el compromiso de que Ucrania no se unirá a esta alianza militar, pero la OTAN nunca ha accedido a ello. Por ese motivo, el gobierno ruso justifica las maniobras militares y el traslado de tropas a la frontera ruso-ucraniana.

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha insistido en que la OTAN no es una amenaza para Rusia. No obstante, ha advertido de que una posible invasión de Ucrania supondría sanciones económicas para Rusia y que estas podrían tener consecuencias graves para la economía global.

La República Popular de Donetsk 

Ucrania es un país situado en el este de Europa, con poco más de 44 millones de habitantes. Durante décadas formó parte de la Unión Soviética (1922-1991), pero en 1991 se independizó y empezó a distanciarse de Rusia.

Hoy en día, gran parte de la población ucraniana se siente más cercana a la Unión Europea, a sus políticas e instituciones. Sin embargo, en el este de Ucrania, la mayoría de la población es de origen ruso y son partidarios del gobierno de Vladímir Putin. Estas diferencias han provocado graves enfrentamientos entre los propios ucranianos.

En 2014, millones de ucranianos salieron a las calles para reclamar un acercamiento a la Unión Europea: fueron las llamadas protestas del Euromaidan. Una de las principales consecuencias fue que el presidente de entonces, Víktor Yanukóvich, aliado de Putin, fue depuesto y sustituido por un gobierno europeísta.

Sin embargo, la población del este se rebeló contra el nuevo gobierno y creó la República Popular de Donetsk: un estado autoproclamado que no está reconocido a nivel internacional pero que recibe apoyo militar y económico de Rusia. En Donetsk se producen combates a diario entre el ejército ucraniano, que intenta recuperar el control en esta parte del país, y las milicias prorrusas, formadas por ciudadanos ucranianos armados.

El conflicto ha provocado más de un millón de desplazados internos, que han tenido que abandonar sus hogares y trasladarse a otras ciudades de Ucrania para huir de la violencia. Al otro lado está la población que no ha podido escapar y sufre las consecuencias del conflicto, como la escasez de alimentos y productos básicos.

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