La investidura de Joe Biden

El nuevo presidente puede cambiar el rumbo de Estados Unidos en ámbitos como el cambio climático, la inmigración o la cooperación internacional

Joe Biden ha jurado su cargo como 46º presidente de los Estados Unidos el 20 de enero, como estaba previsto, a pesar de la pandemia y del estado de alarma provocado por los últimos ataques contra el gobierno.

Era la 59ª toma de posesión de un presidente de Estados Unidos, pero ha sido sin duda la más diferente de todas. Empezando porque el presidente saliente, Donald Trump, ha decidido no acudir al acto.

La pandemia del coronavirus ha impedido realizar actos multitudinarios y ha obligado a organizar parte de las celebraciones en pequeño formato o de forma virtual. En las escaleras del Capitolio, el edificio que alberga el Congreso y el Senado, los invitados vestían todos mascarilla y mantenían la distancia de seguridad.  

Por otro lado, los actos de investidura también se han visto afectados por las fuertes medidas de seguridad instauradas desde el asalto al Capitolio del pasado 6 de enero, cuando decenas de partidarios de Trump, seguidores de la teoría QAnon y miembros de grupos de ultraderecha entraron a la fuerza en el edificio.

Desde entonces, 25.000 soldados han patrullado por las calles de Washington, la capital de Estados Unidos, para evitar nuevos altercados y garantizar la seguridad del nuevo gobierno.

Pero la nueva legislatura también ha hecho historia por otros motivos. Por ejemplo, el juramento de Kamaka Harris como vicepresidenta. Es la primera mujer de la historia de Estados Unidos en ocupar el cargo y, como hija de inmigrantes (su madre es india y su padre, jamaicano), el nuevo gobierno envía un mensaje a favor de la diversidad en el país.

Hacia las 12 del mediodía, tal y como establece la tradición, Biden ha recitado las palabras del juramento presidencial recogidas en la Constitución de 1879:

Juro solemnemente que ejerceré fielmente el cargo de Presidente 

de Estados Unidos, y hasta el límite de mi capacidad, preservar, 

proteger y defender la Constitución de los Estados Unidos

Un discurso para el futuro

Después de jurar el cargo, el nuevo presidente lee un discurso inaugural para explicar sus planes de futuro. En este caso, Biden se ha centrado en la unidad del país.

El resultado de las elecciones de 2020, muy disputadas, han dejado un país muy dividido. A pesar de que Biden fue proclamado vencedor, Donald Trump se negó a reconocer los resultados y ha pasado semanas animando a sus partidarios a protestar contra el nuevo gobierno. El resultado final fue el asalto al Capitolio de principios de enero.

La presidencia de Trump ha estado rodeada de polémicas, desde la construcción del muro en la frontera con México hasta la retirada de Estados Unidos del Acuerdo por el Clima de París o de la Organización Mundial de la Salud en plena pandemia.

En ese sentido, Biden ya ha anunciado una decena de órdenes ejecutivas para revertir el legado de Donald Trump.

Por otro lado, el nuevo presidente deberá aplicar fuertes medidas para combatir la pandemia del coronavirus y así superar la crisis económica y social que atraviesa el país. Estados Unidos es el país más afectado por la pandemia, con más de 24 millones de personas contagiadas y más de 400.000 muertos, según datos de la Universidad Johns Hopkins.

Millones de estadounidenses esperan que el nuevo presidente consiga unificar el país y terminar con los casos de racismo y brutalidad policial que han aparecido en los últimos años. Pero Biden también deberá convencer a los millones de ciudadanos que votaron a Trump y a sus ideas.

Quién gobierne en Estados Unidos es importante porque es uno de los países más ricos e influyentes del mundo. Muchos gobiernos extranjeros ven en Biden una figura más conciliadora y dialogante que Trump, y esperan que eso facilite llegar a acuerdos y colaboraciones. 

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