25 diciembre 2024
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25 diciembre 2024

Spotify en el centro de la polémica por un pódcast antivacunas

La plataforma musical pierde valor en bolsa tras negarse a retirar un pódcast que sirve de altavoz para el movimiento antivacunas

La plataforma musical Spotify ha empezado a notar las consecuencias del boicot musical que iniciaron la semana pasada artistas como Neil Young o Joni Mitchell, que retiraron sus canciones de esta aplicación como protesta contra un pódcast donde se da voz a defensores de la teoría antivacunas

El protagonista de la polémica es Joe Rogan, excampeón del mundo de taekwondo y humorista que presenta uno de los pódcasts más populares en Spotify, lo que lo convierte en uno de los programas de radio más escuchados del mundo. Rogan es un personaje controvertido que ya ha incumplido las normas de tolerancia y respeto de la plataforma en varias ocasiones.

También ha invitado a su programa a varias personalidades antivacunas que han utilizado la plataforma para difundir sus teorías: desde que la eficacia de las vacunas está sobredimensionada por los medios de comunicación, hasta que los hospitales están financiados para inflar las cifras de muertos por covid.

En enero, un colectivo de 270 médicos y científicos publicaron una carta abierta a Spotify en la que denunciaban que la desinformación sobre las vacunas y la covid en el pódcast de Rogan llegaba a decenas de millones de oyentes y que esto podía tener efectos muy graves sobre la salud pública, además de alargar la pandemia de forma indefinida.

Spotify ya ha retirado otros pódcasts antivacunas en los que se difundían informaciones como que las vacunas provocan enfermedades de la piel y que sirven para insertar microchips para controlar a la gente. Pero, en este caso, la plataforma musical se ha negado a eliminar el programa porque considera que Rogan no es quien difunde estas teorías, sino sus invitados. Sus defensores apuntan también a la libertad de expresión como argumento para seguir emitiendo.

Sin embargo, las voces más críticas aseguran que en el fondo es una cuestión económica: Rogan tiene un contrato multimillonario en exclusiva con Spotify y sus pódcasts superan los 10 millones de oyentes, lo que representa importantes ingresos publicitarios

Spotify se ha comprometido a incorporar una advertencia en aquellos contenidos que hablen sobre covid, incluyendo páginas web oficiales donde los oyentes puedan acceder a información contrastada. Pero de momento no retirará el programa de Rogan.

Una cuestión económica

La decisión de mantener el pódcast de Rogan ha provocado una gran polémica en el mundo de la música. Artistas míticos como Neil Young, Joni Mitchell, David Crosby o Stephen Stills han retirado su catálogo musical de Spotify y ya no pueden escucharse desde la plataforma. 

Otros presentadores de pódcast también han cancelado sus colaboraciones a la espera de que Spotify tome una decisión sobre la continuidad de Rogan en la plataforma. Los Duques de Sussex, Harry y Meghan, que tenían acordado un pódcast para emitir en Spotify, también han frenado las negociaciones.

Los artistas, cantantes y presentadores de pódcast que se han sumado al boicot musical renuncian a los ingresos que reciben con cada reproducción de Spotify. Sin embargo, los ingresos por derechos de reproducción en Spotify son muy pequeños en comparación con las ganancias que pueden obtener por la venta de discos o la celebración de giras y conciertos.

Al boicot musical se añade una campaña en redes con el hashtag #DeleteSpotify, que pide suprimir la aplicación a modo de protesta. Como consecuencia, las acciones de la compañía han perdido valor y han pasado de más de 190 dólares a menos de 160 en las últimas semanas.

Aun así, los expertos señalan que Spotify tiene mucho más que perder con Rogan y sus audiencias millonarias. Por eso, a pesar de que la polémica con el movimiento antivacunas ha perjudicado la imagen pública de la compañía, mantener el programa (aunque sea controvertido) es la opción más segura económicamente.

El límite de la libertad de expresión

El cofundador y máximo dirigente de Spotify, Daniel Ek, ha publicado un comunicado para explicar la postura de la compañía. Según Ek, el objetivo principal de Spotify es proteger el derecho de los creadores a expresarse, siempre teniendo en cuenta la seguridad de los usuarios. 

En ese sentido, Ek rechaza convertirse en un “censor de contenidos”, pero también quiere implantar una serie normas de seguridad que impidan los contenidos ofensivos, abusivos o que puedan perjudicar a los oyentes. En el caso de información relacionada con la covid, se reforzará el acceso a información médica y científica.

Aun así, la polémica con Joe Rogan y Spotify genera muchas dudas y preguntas: ¿Hay límites en la libertad de expresión? ¿Quién decide lo que es ofensivo y lo que no? ¿La desinformación debe poder difundirse? ¿ La opinión individual de un antivacunas tiene el mismo valor que la información científica? 

Y sobre todo: ¿Qué papel juegan las empresas y medios de comunicación en este debate? Spotify es la principal plataforma de streaming del mundo con cerca de 400 millones de usuarios mensuales, sus contenidos tienen un poder de difusión inmenso y pueden llegar a personas de todos los países y generaciones: ¿cuál es su responsabilidad a la hora de difundir o prevenir la desinformación?

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